viernes, 22 de abril de 2011

En los pies

San Lorenzo y Paraguay,  4 de la mañana. Empezaba el jueves y esperaba el 122. Observar la ciudad a esta hora está entre mis preferencias. Me distraje, alguien venía trastabillando a unos metros. Lo primero que me preguntó al llegar a la esquina fue la hora y si ya había pasado el 110. Desde ahí, desde ahí  no dejamos de hablar por un largo rato.
Así me enteré que sus pasos no vacilaban por el alcohol como yo suponía, sino por las ampollas que venía acumulando desde hacía días. Nacho, o Tacho, había juntado ese día algunos pesos que no superaban su edad. Nacho era un adolescente, pero no como los que estaban en la otra vereda entrando a un lugar para divertirse. Ellos llegaban, y Nacho se iba. Ellos soñaban, y Nacho sobrevivía. Igual usted sabe, el pobre es pobre porque quiere. Usted sabe, a la gente le encanta vivir así. Usted sabe, él eligió estar sentado en esa vereda con sus medias mojadas. También, usted sabe, la pobreza es fruto de la vagancia. La pobreza es resultado de una decisión individual. La pobreza es la voluntad de querer ser pobre. ¿Estructuras generadoras de desigualdad? ¿Política liberal implementada en el autodenominado proceso de reorganización nacional y luego profundizada en la década del 90? ¿La derecha? ¿Destrucción de la industria nacional? ¿Destrucción de los movimientos populares? No señor, ¿de qué me habla?. Nada de todo esto tiene que ver con la historia de Tacho. No señor, ni la destrucción de la industria nacional, ni la concentración económica, ni las privatizaciones, tienen que ver con la historia de Tacho. Él está así porque quiere. La exclusión social para algunos sigue siendo exclusiva responsabilidad de los.. excluídos.
4 y 40 de la mañana. El 110 llegó antes, el 122 unos minutos después. Nos saludamos. Le alcancé la gorra y las zapatillas. ¿Hace falta padecer las ampollas para sentirlas? ¿Hace falta ser víctima de una injusticia para comprenderla? ¿Cuánto velan los prejuicios nuestra percepción de la realidad?. ¿Cuándo nos pondremos en los pies de Tacho?. Sólo cuando lo hagamos podremos caminar todos juntos. 



4 comentarios:

  1. Tenés una capacidad enorme para hacerme emocionar hasta dejarme siempre siempre los ojos brillosos con las lágrimas ahí contenidas...
    Es tan lindo como, los dos, en diferentes momentos...llegamos a vivir experiencias semejantes, y yo creo que...si bien lo que necesitan Tacho y Carlos (mi amigo, el obrero), es cubrir principalmente sus necesidades básicas...todo ser humano también necesita ser escuchado, todo ser humano necesita de alguien que, en lugar de darle vuelta la cara...le ofrezca unas palabras y compartir una amena conversación.
    Estoy segura de que Tacho no se olvidará de vos. ¿Quién podría hacerlo una vez que te conoce?

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  2. Que linda y dura historia Dié! Relatada magistralmente y con la sensibilidad social que debe tener el intelectual. Son las 4 am ahora y me voy a dormir habiendo leido un breve cuento, un breve cuento de unos cuantos renglones que es tierno y crudo a la vez. Bravo!

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  3. Me gustó mucho die,y si no te molesta,voy a hacer una autoreferencia (aunque odie hacerlo) a algo que escribi hace un tiempo y que sigue la misma línea...espero que te guste!
    http://breakingawayfromme.blogspot.com/2009/07/que-hacer-cuando-las-lagrimas-no.html

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  4. Me quedo con la ultima 2 frases... "¿Cuándo nos pondremos en los pies de Tacho?. Sólo cuando lo hagamos podremos caminar todos juntos"

    que estés muy bien,bendiciones

    Au revoiiir

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